Hace referencia a la cantidad de energía que un usuario consume en un periodo de facturación. La unidad de medida utilizada para medir el consumo eléctrico es el kilovatio/hora, y está influenciado por diversos factores como el tamaño del espacio, cantidad de personas que lo habitan, electrodomésticos que se utilizan y los patrones de consumo. Estos factores son determinantes a la hora de calcular la cantidad a pagar en la factura de la luz.