La tarifa plana de luz y gas ha aumentado su popularidad, debido sobre todo a que los consumidores no quieren sorpresas a final de mes. No obstante, este tipo de tarifas tienen sus ventajas y desventajas, al igual que ocurre con las tarifas fijas.
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¿De qué se compone el precio de la luz?
Para comenzar, vamos a explicar que el precio que se paga por la luz se compone de 2 términos: uno fijo (en función de la potencia contratada) y uno variable (en función del consumo). Además, un consumidor se puede acoger al mercado regulado con el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) o acceder al mercado libre con un precio fijo anual. También es posible acogerse al Bono Social.
Lo mismo sucede con el gas, que puede ser suministrado a precio regulado (TUR) o a precio libre. A esta Tarifa de Último Recurso pueden acogerse todos los usuarios que tengan un consumo inferior a 50.000 kWh.
¿En qué consiste la tarifa fija de luz y gas?
Con este método de contratación el consumidor y la empresa “pactan” un precio fijo durante todo el año. La comercializadora toma de referencia el consumo realizado por el cliente el año anterior a partir de los datos de la vivienda.
Las tarifas fijas se calculan en función de los siguientes parámetros:
- Cálculo de la cuota: el usuario debe facilitar el CUPS o la dirección exacta de la vivienda para calcular la cuota mensual.
- Envío de la oferta: la comercializadora hace una estimación anual del consumo durante 12 meses y realiza una oferta adaptada.
- Pago mensual: el usuario paga todos los meses la misma cantidad, independientemente del consumo.
- Límite de consumo anual: si el consumidor supera los kWh estimados, pagará la diferencia.
¿Cuál es la diferencia entre tarifa plana y cuota fija?
La cuota fija y la tarifa plana no son lo mismo. La cuota fija puede suscribirse para tarifas que no son planas, por lo que no existe un máximo de consumo.
La principal diferencia entre la tarifa plana y la modalidad de cuota fija es que, en esta última, se paga la misma cantidad todos los meses y, además, existe una regularización a final de año. Es decir, con este tipo de tarifa, la comercializadora cobrará los kWh que se hayan consumido de más y que no se hayan pagado cada mes, o devolverá aquellos que no se hayan gastado.
¿Qué ventajas y desventajas hay de contratar una tarifa plana para luz y gas?
Como vemos, las tarifas planas de luz y gas son una opción más para los consumidores. A continuación, te explicamos cuáles son las ventajas y desventajas que supone contratar una tarifa plana para luz o gas.
Ventajas de contratar una tarifa plana
- Se paga siempre lo mismo
- La factura no depende de las fluctuaciones del mercado.
- Ya no se tiene en cuenta las lecturas estimadas de los contadores que pueden no ser claras o exactas
- Las comercializadoras bonifican con cuotas gratis o devoluciones monetarias si al finalizar el año no se ha consumido la totalidad del suministro contratado.
- Siempre es posible volver a la TUR o PVPC a través de un Comercializador de Último Recurso (CUR)
Desventajas de contratar una tarifa plana
- Existe un tope de consumo
- El precio que se abona no es 100% fijo, ya que hay una parte que son los llamados “costes regulados”
- No es posible beneficiarse de la discriminación horaria para pagar menos en ciertas horas del día.
- Es posible que finalmente el coste sea superior a otras tarifas de mercado libre.
Por lo tanto, depende del consumidor final elegir cuál de las opciones le encaja más según sus necesidades y hábitos de consumo.