Para poner a prueba la potencia eléctrica de un hogar, basta con encender todos los electrodomésticos. En ocasiones, puede saltar la luz y esto significa que la vivienda no cuenta con la potencia contratada necesaria para el correcto funcionamiento de los mismos.
La explicación la encontramos en el llamado factor de simultaneidad. Pero, ¿qué es el factor de simultaneidad en electricidad?
Factor de simultaneidad = Potencia máxima que soporta la instalación dividida para la suma de las potencias que necesitan los aparatos conectados a la instalación.
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¿Qué es el factor de simultaneidad?
La definición de factor de simultaneidad según el Reglamento Eléctrico de Baja Tensión (REBT), es la siguiente: “Relación entre la totalidad de la potencia instalada o prevista, para un conjunto de instalaciones o de máquinas, durante un período de tiempo determinado, y las sumas de las potencias máximas absorbidas individualmente por las instalaciones o por las máquinas.”
En esta fórmula, la potencia eléctrica es algo importante, ya que:
- Abarca aproximadamente la mitad de la factura: es un coste fijo que se paga todos los meses y será más alto a mayor potencia contratada.
- Permite encender más electrodomésticos al mismo tiempo: si la potencia es limitada, puede haber saltos de la luz que interfieran en las actividades diarias.
La potencia máxima de una casa figura en el boletín eléctrico o Certificado de Instalación Eléctrica (C.I.E). En caso de que se quiera contratar una potencia mayor, se ha de emitir un nuevo boletín eléctrico que certifique que es apropiado subir esta potencia máxima.
¿Cómo se calcula el factor de simultaneidad?
Como estamos viendo, el factor de simultaneidad es un aspecto a tener en cuenta dentro de la instalación de los hogares, puesto que el factor de simultaneidad nos ayuda a descubrir cuál es la potencia eléctrica que se necesita.
No obstante, ¿cómo se calcula el factor de simultaneidad?
Para obtener este dato, tan solo hay que hacer unos sencillos cálculos:
¿Cómo calcular el coeficiente de simultaneidad?
Para conocer tu potencia eléctrica máxima, tan solo necesitarás seguir estos pasos:
- Obtener la potencia eléctrica de tus electrodomésticos. Para ello, y sin ser extremadamente exhaustivo, puedes fijarte en las especificaciones técnicas de tus aparatos eléctricos, que suelen ir en las instrucciones de los mismos. Como consejo, te recomendamos que te centres en los principales electrodomésticos. Si las cifras aparecen en W, tan solo tendrás que dividirlas entre 1.000 para obtener kW.
- Repasar el resultado de tu coeficiente de simultaneidad realizando correcciones. Por ejemplo, en esta suma no podrá incluirse la cifra de la calefacción y el aire acondicionado a la vez. Puedes eliminar el que necesite menos potencia.
- Calcular también el factor de simultaneidad de la iluminación doméstica multiplicando el resultado de todas las bombillas de tu casa por 0,66.
- Pensar en tu rutina y en los aparatos que normalmente tienes enchufados: ¿el horno junto con el lavavajillas? ¿La aspiradora y el termo del agua caliente?
- Comparar el resultado obtenido de este cálculo con la potencia contratada de tu factura de la luz. Si tu cálculo queda muy lejos de la potencia contratada, significa que puedes ahorrar más de lo que crees.
¿Qué es lo más importante a la hora de contratar la potencia eléctrica?
Uno de los factores a tener en cuenta es la cantidad de electrodomésticos que se usan de manera cotidiana. El hecho de que una casa sea o no grande no es lo más relevante, ya que puede haber una gran cantidad de electrodomésticos en un pequeño espacio.
Para que te sea más sencillo calcular el factor de simultaneidad en casa, te dejamos, a continuación, esta tabla con las potencias que consumen los electrodomésticos de casa. No obstante, tendrás que pensar que son cifras aproximadas, puesto que dependerá del tamaño de la vivienda o la antigüedad de cada aparato.
| Electrodoméstico | Potencia |
| Nevera | 200-400 W (0,2 – 0,4 kW) |
| Horno | 1.200-1.300 W (1,2 – 1,3 kW) |
| Microondas | 900-1.500 W (0,9 – 1,5 kW) |
| Aire acondicionado | 900-2.000 W (0,9 – 2 kW) |
| Televisor | 100-400 W (0,1 – 0,4 kW) |
| Lavadora | 1.500-2.500 W (1,5 – 2,5 kW) |
| Lavavajillas | 1.500-2.500 W (1,5 – 2,5 kW) |
| Vitrocerámica | 1.000-2.000 W (1 – 2 kW) |
| Calefacción | 1.000-3.000 W (1 -3 kW) |
| Aspiradora | 1.000-1.500 W (1 – 1,5 kW) |
| Iluminación | 10W/m2 |
El resultado que obtengas del coeficiente de simultaneidad te dará pistas sobre si tu potencia contratada es la adecuada o no. Asimismo, tienes que pensar que nunca vas a tener todos los electrodomésticos conectados a la corriente a la vez, por lo que te deberás guiar por tus hábitos y rutinas que sigues en casa.
¿Cómo cambiar la potencia contratada?
Si tras realizar el cálculo del coeficiente de simultaneidad, llegas a la conclusión que necesitas cambiar la potencia contratada, a continuación te explicamos cómo hacerlo.
Una de las opciones por las que muchos consumidores optan es por contratar dos potencias distintas: una para las horas más caras (período punta) y otra para las horas más baratas (período valle). Deberás saber que en cada tramo puedes tener dos potencias diferentes contratadas, lo que tendrá también que ver con tus hábitos dentro de casa.
Además, a la hora de subir la potencia contratada, puedes hacerlo sobre las horas más caras, sobre las más baratas o sobre ambas.
Para cambiar la potencia contratada, deberás ponerte en contacto con tu comercializadora (si quieres saber qué es una comercializadora eléctrica, hablamos sobre ello en otro de nuestros post). Por lo general, es un trámite rápido y sencillo que deberías realizar si los plomos -llamado también Interruptor de Control de Potencia (ICP)-, no dejan de saltar.
También es importante que cambies de potencia contratada en el caso de que cambie el uso de la vivienda. Por ejemplo, si van a llegar nuevos habitantes a la casa o se van a conectar nuevos aparatos.
En todas estas situaciones, saber cómo calcular el coeficiente eléctrico será una buena herramienta para guiarte un poco mejor sobre tu consumo eléctrico.
Por todo ello, una de las opciones por la que optan muchos de los consumidores es contratar dos potencias distintas: una para las horas más caras y otra para las horas más baratas.
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